En este 25 Aniversario de la Feria de San Isidro, el Ayuntamiento de Castalla, con su alcalde Antonio Bernabeu al frente, quiere escenificar la evolución que ha tenido la feria desde su primera edición. Una feria, asegura Bernabeu, que es hoy en día no sólo un escaparate para la industria tradicional y el comercio, sino también para el conocimiento. Por eso, este año estrena colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en una zona tecnológica que será una de las atracciones más ddestacadas.
Hemos hablado con Antonio Bernabeu para que nos cuente cómo se imagina la Feria de San Isidro dentro de otros veinticinco años, y cómo recuerda los inicios allá por el año 1992.
¿Cómo fue su primera experiencia en la Feria de San Isidro?
El recuerdo que tengo es que, durante la primera celebración de la feria, yo tenía un despacho profesional en la calle Rey Don Jaime, y para mí era un absoluta sorpresa ver cómo invadían las calles los expositores con equipos de agricultura, coches y todo tipo de productos. No salía de mi asombro ver algo que era totalmente novedoso, y que pensábamos que sería cuestión sólo de aquel año. Afortunadamente, hemos visto que veinticinco años después, la feria está ahí y con más presencia, más participación y, sobre todo, con más novedades. Es una buena señal porque eso quiere decir que los
organizadores que se encargado de la feria han sabido llevarla por el camino correcto. Y hoy estamos aquí recogiendo la siembra de los que anteriormente hicieron ese certamen. Nosotros lo que hemos hecho ha sido potenciarlo más si cabe.
Cómo ha evolucionado la feria desde aquel primer año…
Mucho, ha evolucionado mucho. Seguimos teniendo en su base y origen los expositores que eran los de automoción. Pero ahora tenemos otro tipo de expositores. Ha ganado mucho peso el mercado medieval, tenemos los correfocs… Hay muchas otras cosas que no son exposiciones puras de una feria agrícola como tal, pero complementan mucho todos esos elementos que se exponen y que son un incentivo para que las familias y todo tipo de personas vengan a visitarnos. Durante la feria, no se puede caminar en las horas puntas de tanta gente que hay.
Este año, la Feria de San Isidro cuenta con la participación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con un área tecnológica que promete ser un referente en el futuro. ¿Qué no puede adelantar sobre esta colaboración?
El papel de las universidades hasta hace poco, por desgracia, era el de ser una fábrica de mano de obra para la administración pública en todas sus vertientes, tanto la local como la estatal, y para las entidades financieras. Ese gran talento que tienen los estudiantes, sobre todo en las carreras de ingeniería, matemáticas, todas esas carreras técnicas, es lo que a las pymes y a las empresas les hace falta, y no han tenido la oportunidad de contar con ello. Por la tanto, la irrupción de la universidad en la feria es muy importante porque va a acercar al gran público los avances técnicos, los métodos que se utilizan, las enseñanzas, en definitiva, la gestión del conocimiento, llevada a los proyectos empresariales que es de lo que tanto estamos necesitados para salir de la crisis. Mucha gente dice que de esta crisis ya hemos salido, pero yo creo que no. Ahí están las cifras de paro, la precariedad del empleo, que muchas familias no llegan a final de mes.
El futuro que se presenta nos dice que nuestras empresas deben tener una base tecnológica más fuerte que la que está basada en manufactura. La mano de obra es un elemento de competitividad que desde los países del sureste asiático y los países emergente, como Portugal o centro Europa, nos irán ganando la partida si no sabemos evolucionar hacia otro segmento de empresa. Y para eso, el recurso a las tecnologías, al conocimiento y a las universidades es irrenunciable.
¿Cómo se imagina la feria dentro de otros 25 años?
Me la imagino un poco como todos vestidos de hombres espaciales… ¡Es broma! Sí que me imagino una feria en la que habrán evolucionado los productos y los servicios. Debemos evolucionar a servicios más sofisticados, hacia empresas de base tecnológica que incluyan biotecnología y comunicación, que es lo que va a hacer que nuestra economía despegue y cree puestos de trabajo.
Yo me imagino que lo más importante, además de las cuestiones gastronómicas y físicas que se van a comerciales, será la gestión del conocimiento. Será un objeto más de compraventa en la feria, comercializaremos con el conocimiento, que es lo que de verdad va a darle valor añadido a las empresas del futuro.
¿Qué le diría a una persona que va a visitar este año por primera vez la feria, qué le recomendaría, qué no puede perderse?
¡No puede perderse nada! Todo es interesante. Tiene que tomarse la feria con tranquilidad, porque son tres días de visita. Le recomendaría que no se pierda el correfoc el sábado, el mercado medieval y, sobre todo, los distintos expositores del comercio local que queremos potenciar. Tanto el comercio detallista, de automoción, de maquinaria agrícola, todos van a presentar oportunidades muy interesantes.
Por supuesto, les recomiendo que se interesen por lo que nos va a traer la UPV, cosas muy interesantes que van a servir como germen de otras muchas empresas en un futuro con gran valor añadido y creación de puestos de empleo de calidad, y no de empleo precario como estamos viendo ahora.
Además, también hay que resaltar que es una feria muy centradas en los niños y en las familias…
Por supuesto, la feria tiene actividades muy diversificadas para que una familia tenga respuesta a todas sus inquietudes gastronómicas, de compra, de conocimiento… Hay para todos. Del 12 al 14 de mayo, contamos con todos para celebrar la Feria de San Isidro. No se van a arrepentir, y van a conocer cómo somos en Castalla, acogedores y hospitalarios. Esta Feria de San Isidro les va a encantar.