Patrimonio Cultural
El conjunto patrimonial, de alto valor histórico, es resultado de un largo proceso de cambios y transformaciones, llevados a cabo desde la Edad Media hasta la actualidad. Su nacimiento se sitúa a los pies del castillo, con restos de las murallas o construcciones como la Ermita de la Sang. Levantada en el siglo XIV, la ermita fue, hasta 1571, la Iglesia Parroquial de Castalla. En 1577, se convirtió en la sede la Cofradía de la Preciosa Sangre de Cristo y pasó a denominarse con su nombre actual. Se trata de un edificio gótico, presenta una estructura de una sola nave dividida en cinco tramos con capillas simuladas en los laterales. El eje principal está presidido por un camarín rococó con la Virgen de la Soledad, patrona de Castalla. Como sede de la patrona, desempeña un destacado papel simbólico-religioso en fiestas como los Moros y Cristianos o la Semana Santa. A sus lados se localizan la sacristía y la escalera que conduce a la cripta. Esta fue utilizada para inhumar a los habitantes de Castalla entre el siglo XIV y 1571 (año de bendición del nuevo templo parroquial). Además de esta cripta común, existían otras de carácter familiar, como la de los Vilanova, señores de Castalla; o la de los Pérez.
El crecimiento poblacional, a lo largo de los siglos XIV y XV, impulsó la creación de un arrabal, de planta irregular, a extramuros de la villa. Las calles estrechas y empinadas, con pequeñas plazoletas, son características de este espacio. Ejemplo de ello son la Plaça de Sant Tomàs o la Plaça de Sant Antoni.
También destaca la casa-palacio depatrimonio3 la familia Soler, del siglo XIX, uno de los mejores representantes de la arquitectura local. Popularmente se conoce como la “Casa Vermella” o la “Casa Roja” por el color de su fachada. Cerca de la plaza se encuentra otro de los hitos patrimoniales de Castalla: el Convent de Sant Francesc de Paula. Construido por la Orden de los Padres Mínimos, fundada por San Francisco de Paula, entre los siglos XVIII-XIX. Del conjunto original, sólo queda en pie la iglesia. El campanario es una reconstrucción reciente, mientras que el claustro ha desaparecido.
En los siglos XVI y XVII, la trama urbana se torna más regular, con calles y plazas más anchas y construcciones singulares como la Iglesia Parroquial o el Ayuntamiento. Levantada en el siglo XVI, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción presenta la misma estructura que la Ermita de la Sang: una sola nave dividida en cinco tramos con capillas laterales, de estilo gótico. Su portada manierista, del siglo XVII, preside el final del Carrer Major, mientras que la torre del campanario actúa como punto de referencia del entorno. Durante el siglo XVII, el Carrer Major se convierte en la principal arteria de la localidad y escenario de algunas de las fiestas locales más importantes, como los Moros y Cristianos o la Semana Santa. Esta importante calle nace en uno de los espacios urbanos más importantes de la localidad: la Plaça Major. En ella se encuentra el Ayuntamiento, levantado en el siglo XVII, cuya parte baja o lonja, se utilizó hasta finales del siglo XIX como mercado. En la actualidad, todavía es la sede de la administración local.
