El Mercado Medieval es una de las atracciones más importantes y visitadas de la Feria de San Isidro. Un punto de encuentro para todos los visitantes y un espectáculo que nos transporta a otro tiempo. Todos sus puestos tienen un encanto único, y en ellos podemos encontrr productos muy especiales que sólo encontramos en los días de feria.
El Mercado Medieval está organizado cada año por la empresa Corda i Nuc , y hemos hablado con su responsable, Magda Durà, para que nos cuente su experiencia en la Feria de San Isidro y sus mejores recuerdos del evento.
¿Cuál fue tu primera experiencia en la Feria de San Isidro y cómo lo recuerdas?
Fue una experiencia muy satisfactoria porque fue una gran sorpresa y un impacto para la gente. Todo el mundo conocía algo de otras ferias de los pueblos vecinos y otras ciudades donde se hacían mercados medievales, pero tenerlo en su casa, en sus calles, ver tan bonito el pueblo y que gente de todas las edades pudiera disfrutar del mercado en la plaza de su ciudad, fue un éxito. Gustó muchísimo.
De estos 25 años, ¿con qué recuerdo de la Feria de San Isidro te quedarías?
Son anécdotas personales y vivencias sobre todo en la calle, con los compañeros que venían de todos los puntos de país. Me quedo sobre todo con el reconocimiento empresarial que ha supuesto para Corda i Nuc la Feria de San Isidro. Sobre todo de la familia, ha sido un reconocimiento y aceptación de nuestro trabajo. Cuando lo contábamos, nuestros padres y hermanos mostraban su preocupación porque eran muchas kilómetros siempre, estás prácticamente a la intemperie con frío o con mucho calor, y en pueblos desconocidos para nosotros.
La feria fue un reconocimiento de nuestro trabajo y la verdad es que nos ha ido muy bien, lo hemos pasado muy bien, hemos trabajado mucho y conocido muchos pueblos y a mucha gente. Y la verdad es que estoy muy satisfecha.
¿Qué le dirías a alguien que viene a ver la Feria por primera vez?
Es una feria de ferias. Por lo tanto, es la oferta y la demanda. Hay muchísimas cosas muy atractivas para todo tipo de gente. Las personas mayores disfrutan mucho porque no tienen que desplazarse a otros pueblos o centros comerciales o ferias. Tener el evento aquí en el pueblo es muy cómodo para ellos. En cuanto a los niños, la libertad que tienen de poder disfrutar y ver muchas cosas juntas.
Hay mucha variedad de gastronomía, turismo, vehículos, maquinaria agrícola, artesanía… Pero también tiene un tamaño que no cansa, es suficiente para verlo en dos días. Yo les recomendaría que viesen toda la feria y el programa, porque a veces un poco asentado en un lugar y te estás perdiendo una actividad en la Casa de Cultura o en otros lugares, que ya no podrás ver hasta el próximo año.
¿Qué destacarías de la Feria?
Yo destacaría que el mercado es un punto de encuentro de todas las familias, amigos, vecinos. Igual que en fiestas, cuando solemos encontrarnos con gente que no vemos tan a menudo. A parte de eso, cada uno compra lo que le interesa, siempre con una convivencia especial. El ruido, el tráfico… Todo se acepta porque la gente está de buen humor, se nota la alegría de la gente.
¿Por qué es tan importante la Feria de San Isidro?
Además de la convivencia que se vive esos días, creo que también es una explosión de felicidad, porque son días que tienen una gran aceptación entre la gente y normalmente los vecinos salen mucho por la comodidad de tener la feria en la calle.
La fiesta es importante para después llevar el día a día con mejor humor. Es una inyección de moral.