En 1992, la Asociación de Talleres de Castalla decidió organizar una feria para exponer automóviles y maquinaria agrícola. Los empresarios de la asociación no podían imaginar que hoy estaríamos celebrando las bodas de plata de aquella primera Feria de San Isidro. Entre ese grupo de empresarios que, con muchas prisas y no menos ilusión, organizó la primera edición, se encuentra José Manuel González, responsable de Talleres Goncarauto.
Hablando con él, José Manuel nos transmite esa emoción de los primeros años, de estar haciendo algo grande por las empresas de Castalla, y la unidad que compartían en los días de Feria.
¿Cómo fue esa primera experiencia en la primera Feria de San Isidro que se celebró, y cómo la recuerda?
La recuerda como un poco apresurada. La primera feria la hicimos un sábado. Tuvimos que esperar a que terminara el Mercado de Abastos, que finalizaba a las dos del medio día. A continuación montamos nosotros esa primera feria. Sacamos los coches cada expositor, la maquinaria agrícola… Aquello fue en un ‘plis-plas’, montamos todo en cuestión de una hora. Hubo gente que entró a casa a comer, y cuando salieron a tomarse el café, vieron todo el tinglado que teníamos montado allí. Eso se te queda en la mente, esas prisas de la primera vez.
Si esa primera vez le hubieran dicho a usted que, 25 años después, íbamos a estar celebrando las bodas de plata de la Feria de San Isidro, ¿qué hubiera pensado?
Si nos hubieran preguntado ese día que hoy estaríamos aquí hablando de la feria… quizá no me lo hubiera creído. Se hizo con mucha ilusión y con la idea de que durara tiempo. Y lo estamos consguiendo. Tuvimos que trabajar mucho, perder mucho tiempo buscando gente, porque en un principio éramos sólo nosotros. La feria la organizábamos sólo la Asociación de Talleres, con la ayuda del Ayuntamiento que nos dejaba exponer en la calle. Pero todo lo teníamos que manejar nosotros, y no sabíamos por aquel entonces dónde nos metíamos. Pero lo hacíamos con mucha ilusión, y hoy aquí estamos.
¿Cómo le explicaría a alguien que viene a ver la Feria por primera vez lo que es y la importancia que tiene?
Explicarse se puede explicar, pero para ello hay que verla. Nosotros siempre hemos pensado en buscar actividades que le gustaran a la gente joven, a las familias y a todo en mundo en general, para que cuando vinieran pudieran disfrutar y entretenerse. No sólo se trataba de exponer los coches, sino de tener más variedad.
De estos 25 años, ¿con qué recuerdo de la Feria de San Isidro se queda?
Me vienen muchos recuerdos a la cabeza. Me acuerdo de esa noche que nos reunimos, en parte para entretenernos y en parte para montar guardia y evitar que nos estropearan los coches. Lo pasamos muy bien contando chistes, viendo vídeos de carreras… Esa ilusión y es unión que teníamos en un primer momento, y que quizá ahora lo echamos en falta por motivos de trabajo. Me quedo con la unión que había entre todos los asociados de la feria.
¿Qué no se puede perder un visitante de la Feria?
No se puede perder nada. Es verla en conjunto, planificarse para visitar toda la feria y disfrutar con tranquilidad, porque son tres días y hay tiempo para todo.
¿Qué importancia tiene la Feria de San Isidro para las empresas y profesionales de Castalla?
Tiene mucha importancia porque, por ejemplo, para el sector de la automoción es un oportunidad de exponer los coches en la calle. No es lo mismo que exponerlos en tu empresa, ya que hay más espacio y siempre se intenta traer a la feria alguna novedad para que atraiga al público. Estás sacando la tienda a la calle para que la vea mucha más gente. Yo animo a todos los empresarios de Castalla a que se unan a la Feria de San Isidro.